El secado de semillas: importancia y claves

Como es bien sabido, el paso posterior a la recogida u obtención de semillas es su almacenamiento o siembra orientada a la germinación de nuevas plantas. El problema surge cuando la humedad acumulada en estas semillas puede afectar seriamente a su integridad si esta no se elimina en la medida adecuada. El secado de semillas se define en este punto como un procedimiento imprescindible del que puede depender la calidad de una nueva cosecha.

Por norma general, las semillas pueden guardar en su interior entre un 30 y un 40 % de humedad. Este exceso de agua puede afectar a su estructura y a su conservación, por lo que el secado, al igual que sucede con otros alimentos, es siempre una prioridad tras la recolección. Como la humedad en una semilla se localiza tanto en su interior como en su superficie, el secado de semillas comprende generalmente dos procedimientos simultáneos: el paso de la humedad desde el interior hacia la superficie y la transmisión de esta desde la capa exterior de la semilla al aire.

A la hora de llevar a cabo su secado, cada semilla requiere un tiempo, pero también es cierto que existen otros factores exteriores, generalmente climáticos, que pueden dilatar o acortar la duración del proceso. En términos generales, el tiempo medio de secado de una semilla depende de aspectos como la cantidad de humedad que esta contenga, el porcentaje de agua que se desee eliminar, la velocidad de secado, las condiciones meteorológicas o el sistema empleado, que puede ser natural o artificial.

Secado de semillas natural

Este tipo de secado consiste en dejar las semillas expuestas al sol y al viento para favorecer que se sequen de manera natural, sin interferencias humanas más allá de su colocación en secaderos preparados y que generalmente tienen forma de plancha lisa.

El secado natural de semillas es un procedimiento que implica costes reducidos, no requiere técnicas especializadas y no depende de infraestructuras complejas. Sin embargo, secar las semillas de manera natural es un procedimiento lento y que no suele resultar eficaz cuando se trabaja con un elevado volumen de semillas. Además, la excesiva exposición a variaciones de humedad y temperatura pueden comprometer la calidad de las semillas.

 

secado de semillas 2

Secado artificial de semillas

El secado artificial, más común que el natural, se lleva a cabo en instalaciones preparadas para tal fin y en las que se suele someter a las semillas a corrientes de aire controladas. Este aire, por norma general, suele ser de dos tipos: natural o caliente.

  • Aire natural. En este caso, los ventiladores del secadero hacen circular el aire a temperatura natural. Resulta un método de fácil utilización y que reporta buenos resultados en tiempos cortos pero, al suponer un secado más lento, se asume un mayor riesgo de desarrollar hongos u otros microorganismos dañinos.

  • Aire caliente. Los secaderos que funcionan con aire caliente exponen las semillas a corrientes controladas a diferentes intensidades para alcanzar un mayor control sobre el secado de semillas. De esta manera se pueden realizar variaciones sobre la cantidad, flujo y temperatura del aire emitido por ventiladores y calefactores. Este método, si bien es más eficiente, requiere un mayor control debido al mayor riesgo de quemar o dañar las semillas.

Los secaderos más habituales son aquellos que funcionan con aire caliente; entre ellos es posible encontrar varias clases. Existen los secadores por carga, en los que las semillas se colocan en depósitos sometidos a aire caliente y simplemente son retiradas cuando se alcanza el nivel de humedad deseado. En los secadores de movimiento continuo, las semillas se mueven constantemente en dirección opuesta a la corriente de aire y completan varias veces un mismo recorrido mientras la humedad se elimina progresivamente. Otra clase de secadores son aquellos que funcionan por rotación. En este caso, las semillas se posicionan sobre una rejilla seca y se les aplica una corriente de aire ascendente mientras una pala giratoria las mueve a través de dicha rejilla.

En líneas generales, todos los métodos de secado de semillas resultan eficaces. La clave está en adecuar el volumen producción a la inversión económica y de tiempo que se quiera realizar en el proceso.

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1 comentario sobre “El secado de semillas: importancia y claves

  1. Hola, Puse a secar en casa unas semillas de tomate (de diferentes clases) encima de papel de horno. Algunas se secaron en poco tiempo, como es habitual, pero tengo dos tipos diferentes de simiente de tomate que llevan unas 3-4 semanas que siguen húmedas. Las he cambiado varias veces de sitio y las he puesto encima de diferentes objetos (platos, papel cocina, papel horno…) pero siguen sin secarse. Me pueden por favor indicar lo que tengo que hacer para que se sequen definitivamente?. Gracias

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