Para comenzar este artículo debemos antes mencionar la digestión anaerobia, un proceso biológico que permite descomponer materia orgánica en ausencia de oxígeno. De esta forma, se transforman residuos orgánicos como purines, estiércoles, restos vegetales, residuos agroindustriales o lodos de depuradora en energía renovable y en un subproducto líquido o semisólido: el digestato.
¿Qué es el digestato y cómo se forma?
Durante la digestión anaerobia, los microorganismos descomponen la materia orgánica en varias etapas (hidrólisis, acidogénesis, acetogénesis y metanogénesis). Al finalizar este proceso, se obtiene biogás (compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono) y un material residual rico en nutrientes conocido como digestato. Este puede presentarse en forma líquida o sólida, en función del tipo de alimentación de la planta y del tratamiento posterior.
El digestato contiene compuestos minerales esenciales para el desarrollo vegetal como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y micronutrientes. También conserva una parte de la materia orgánica inicial, lo que le confiere propiedades mejorantes del suelo.
Usos del digestato en la agricultura
Uno de los usos más extendidos del digestato es como fertilizante agrícola. Así, este puede aplicarse directamente al suelo o después de tratamientos específicos (como separación de fases, compostaje o secado) para mejorar su manejabilidad, valor agronómico o estabilidad. Su aplicación está regulada por normativas nacionales e internacionales que garantizan la seguridad y eficiencia del producto, especialmente en lo relativo a metales pesados, patógenos y contaminantes.
En función de su origen y composición, el digestato puede utilizarse como abono líquido o sólido en cultivos extensivos, como mejorador del suelo en sistemas hortícolas o frutícolas e, incluso, como enmienda orgánica para recuperar suelos degradados o con bajo contenido en materia orgánica.
Además, el uso de digestato como fertilizante se considera una práctica de economía circular, ya que permite cerrar el ciclo de los nutrientes y reducir la dependencia de fertilizantes químicos de síntesis.

Beneficios del digestato para el suelo y el medio ambiente
El empleo del digestato en agricultura presenta múltiples beneficios tanto a nivel agronómico como medioambiental. En primer lugar, mejora la fertilidad del suelo al aportar nutrientes esenciales en formas fácilmente asimilables por las plantas. A diferencia de algunos fertilizantes químicos, el digestato también contribuye al mantenimiento de la estructura del suelo, incrementando de esta manera su capacidad de retención de agua y reduciendo de paso la erosión.
Por otra parte, el contenido en materia orgánica del digestato promueve la actividad microbiológica y la biodiversidad del suelo, factores clave para la salud agronómica a largo plazo. Su aplicación también puede aumentar el contenido de carbono orgánico en el suelo, contribuyendo así al secuestro de carbono y a la mitigación del cambio climático.
Desde un punto de vista ambiental, la valorización del digestato permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la gestión inadecuada de residuos orgánicos, como la fermentación espontánea de estiércoles. Asimismo, su uso racional minimiza el riesgo de lixiviación de nitratos y fósforo, mejorando la calidad de las aguas.
Perspectivas y retos
Pese a sus ventajas, el uso generalizado del digestato aún enfrenta algunos retos como la necesidad de una normativa clara y homogénea para su comercialización y uso en diferentes países europeos. También existe margen de mejora en la estandarización de su calidad, el tratamiento de olores y la aceptación por parte del sector agrícola que a menudo muestra cierta reticencia frente a productos orgánicos alternativos.
En España, el digestato comienza a consolidarse como una solución eficaz en el ámbito de la agricultura sostenible, sobre todo en comunidades con elevado desarrollo ganadero e industrial. Diversos estudios avalan su potencial y confirman su papel clave dentro de una estrategia de bioeconomía y valorización de residuos.
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